La presencia del sonido en nuestro entorno es un hecho tan común en la vida diaria actual que raramente apreciamos todos sus efectos.
La contaminación acústica aunque es una de las más antiguas ha recibido poca atención hasta hace poco tiempo. Esto se debe a tres factores principales:
- Se trata de una contaminación localizada, por lo tanto afecta a un entorno limitado a la proximidad de la fuente sonora.
- Los efectos perjudiciales, en general, no aparecen hasta pasado un tiempo largo, es decir, sus efectos no son inmediatos.
- A diferencia de otros contaminantes es frecuente considerar el ruido como un mal inevitable y como el resultado del desarrollo y del progreso.
La medida de la intensidad es el decibelio (dB) que es una unidad adimensional. Es una medida absoluta y sería la mínima presión acústica audible en una persona joven y sana. Una conversación normal se sitúa entorno a 30 dB, una calle con mucho tráfico, 80 dB, un martillo neumático, 100 dB y un motor a reacción 140 Db.
La sordera profesional se considera como la alteración irreversible de la audición a consecuencia de la exposición prolongada a los ambientes sonoros altos durante la actividad laboral.
Los métodos de prevención en el lugar de trabajo, son necesarios y obligatorios. Para ello existen en el mercado numerosos métodos de control de ruido cuya finalidad es la de aislar de las fuentes ruidosas denominadas barreras acústica sen los siguientes géneros:
• PROTECCIÓN AUDITIVA PERSONALIZADA.- Indiscutiblemente es el método más eficiente y económico. Consiste en la utilización de tapones auditivos y cascos. En promedio, la reducción de ruido que proporcionan es de aproximadamente 20db. Esto le permite al receptor ubicarse en ámbitos de ruidos muy elevados, manteniéndose por debajo de los rangos aceptables de seguridad.
• MATERIALES ABSORVENTES.- Resonadores fibrosos, porosos o reactivos como la lana mineral, la fibra de vidrio y el poliuretano de célula abierta, diseñados para absorber y disipar energía acústica. Estos materiales atrapan ondas sonoras y transforman la energía aerodinámica en energía termodinámica o calor. El parámetro que lo define es el coeficiente de absorción de sonido o de la medida de energía acústica absorbida por el material, normalmente expresada por un decimal entre 0 y 1.
• BARRERAS ACÚSTICAS.- Evitan la transmisión de ruido de un lado de la barrera hacia el otro. Útiles en áreas con altos nivele de ruido, eliminan la propagación de ondas y la contaminación sonora de áreas contiguas de producción. El parámetro que define este comportamiento es el coeficiente de transmisión de sonido, que es la cantidad de potencia sonora que la barrera es capaz de contener. Las barreras acústicas son cortinas transparentes de vinilo o de poliuretano de célula abierta, colchas de vinilo integradas con materiales densos y paneles metálicos con altos índices de absorción.
• AISLAMIENTOS.- Se refieren a los materiales para el aislamiento de secciones ruidosas de maquinaria en general. Disipan la energía mecánica asociada con las vibraciones, es decir, convierten la energía en movimiento a energía calorífica. Actúan primordialmente en las regiones rígidas de la maquinaria, donde se generan vibraciones, promoviendo el colapso de ondas sonoras. La capacidad reductora del ruido se deriva del hecho de que una vez que la energía mecánica se disipa en el aislamiento ya no se propaga a través del aire ni estructuralmente.
• CASETAS SONOAMORTIGUADAS.- Lamentablemente poco empleadas en la industria debido a su elevado coste. Representan el método más eficiente para controlar niveles muy altos de ruido, aislando la fuente de ruido del resto, permitiendo que esta desempeñe su trabajo dentro de ambientes acústicamente tolerables .
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